Por: Dorys Rueda
 

 La vida del Lazarillo de Tormes y de sus Fortunas es una obra anónima, publicada en 1554 (mitad del siglo XVI), con la que se abre España a la novela picaresca. Una novela de autoformación, donde el protagonista, que viene de los bajos fondos de la sociedad,  cuenta su vida, desde su nacimiento hasta su matrimonio en edad adulta. Un personaje que contrasta con los inocentes pastores de las novelas pastoriles y con los grandes caballeros de las novelas de caballería, que circulaban en la época.

Su autoría ha sido adjudicada a diversos autores. Pero lo cierto es que el escritor debió ser un hombre letrado, por crear una literatura crítica, un cuadro directo y real de la sociedad española del siglo XVI, donde el antihéroe (el pícaro) nos narra su historia, en primera persona, para dar mayor verosimilitud al relato.  Un hombre culto que manejó con eficacia un léxico llano, acorde al pícaro y al mundo que le rodeaba, y  una gama de recursos, como  la ironía y la sátira, para ridiculizar los valores y las costumbres de la  época.

 EL CONTEXTO

El siglo XVI es el siglo del Renacimiento pleno. España  que ha conquistado y colonizado América, a mitad del siglo, se transforma en la primera potencia de Occidente, bajo el reinado de Carlos I (1516-1556), monarca que se convirtió en el soberano más poderoso de Europa, al heredar vastos territorios,  de sus abuelos maternos y de sus abuelos paternos.  De  los reyes católicos, Isabel y  Fernando, heredó Castilla, Aragón, Cerdeña, Sicilia, Nápoles y los territorios de América; y de María Borgoña y Maximiliano de Austria, recibió los países bajos, Austria y el derecho al trono imperial.  Fue elegido Emperador de Alemania, con el nombre de Carlos V (1520-1558).

En este período, España es próspera. Se incrementa la actividad económica y el país recibe las riquezas que llegan de América. Es una época de esplendor, donde la corona  periódicamente financia las guerras de un  Emperador, que buscaba unificar Europa en un solo imperio cristiano. Empresa  que finalmente terminó por empobrecer al país.

A finales del  siglo XVI, cuando el rey abdica al trono español,  a favor de su hijo Felipe II,  la economía de España está en  banca rota.  En esta sociedad desfinanciada, hay pobreza y miseria.

En lo social, es importante señalar cómo la limpieza de sangre es una cuestión trascendente para todos, desde  la nobleza, hasta los estratos populares. La gente daba un valor obsesivo a la ascendencia cristiana y al ancestro puro,   libre de sangre judía.

LA OBRA

El Lazarillo de Tormes tiene una estructura poco uniforme. Está compuesto por un prólogo y siete tratados. Cada uno, con una numeración y un epígrafe:

Tratado Primero
 Cuenta Lázaro su vida y cuyo hijo fue.
Tratado Segundo
 Cómo Lázaro se asentó con un clérigo y de las   cosas que con él pasó.
Tratado Tercero
 Cómo Lázaro se asentó con un escudero y de lo que le acaeció con él.
Tratado Cuarto
 Cómo Lázaro se asentó con un Fraile de la Merced y de lo que le acaeció con él.
Tratado Quinto
 Cómo Lázaro se asentó con un buldero y las cosas que con él pasó.
Tratado Sexto
 Cómo Lázaro se asentó con un capellán y lo que con él pasó.
Tratado Séptimo
 Cómo Lázaro se asentó un alguacil y de lo que le acaeció con él.


En cuanto a su extensión, los tres primeros tratados (I, II y III) son más extensos y están mejor desarrollados. Abarcan la mayor parte de la obra.  Los cuatro restantes (IV, V, VI, VII) son más cortos y menos orgánicos en su estructura:

Tratado IV:     10 líneas
Tratado V:      varias páginas
Tratado VI:     21 líneas
Tratado VII:    3 hojas.

Todos los relatos son coherentes entre sí y podrían funcionar como relatos independientes. Tienen un nexo en común: la presencia del Lazarillo.

En cuanto a la estructura y el tiempo.  Los seis primeros tratados (I al VI), corresponden al pasado del personaje. Mientras que el  último (tratado VII),   hace referencia a su presente.

Hay correspondencia entre la estructura y la vida de Lazarillo. En los seis primeros tratados (I al VI), el pícaro cuenta sus vicisitudes desde que era niño, hasta que llega a la adolescencia.  En el último tratado (VII),  el personaje, narra los acontecimientos presentes, cuando ya tiene 25 años.

En cuanto a la estructura y  evolución del protagonista, éste inicia su aprendizaje con su primer amo, el ciego (tratado I). Progresa en astucia con el segundo amo,  el clérigo (tratado II),  y acumula experiencia con el resto de amos (del III al VI).

TEMAS PRINCIPALES     

LA HONRA, LO RELIGIOSO, EL HAMBRE

Simón Espinosa C., en el análisis introductorio del Lazarillo de Tormes, manifiesta que hay dos ejes temáticos que se entrecruzan en la obra: la honra y lo religioso.  Según el autor, la obra: “critica con sarcasmo el sentido del honor de la España de entonces, un honor hipócrita y aparente”.  Agrega, además, que el libro es irónico, contra la religión y el clero, pues los clérigos y frailes que aparecen son quienes explotan al personaje central.

En nuestra opinión, otro tema central es el hambre, que mueve a distintos personajes en la obra. Por ejemplo,  la madre de Lázaro, después de la muerte de su esposo, tiene que ir a la ciudad, para lograr subsistir.  Da de comer a ciertos estudiantes y lava la ropa de algunos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena. Más adelante convive con un hombre de color, a quien Lázaro le tiene un  poco de miedo, pero que termina aceptando, cuando se percata de que trae comida a la casa.

Lázaro es otro personaje que lo mueve el hambre. De ahí que recurra  al engaño y a los trucos para conseguir su sustento, como se observa en el episodio del ciego, donde roba el vino y la longaniza, y en el episodio del clérigo, donde hurta el pan que estaba en el arca.  

El Escudero es otro personaje que lo mueve el hambre, aunque lo disimula en frente de Lázaro. Como no es capaz de trabajar para conseguir dinero, deja más bien que Lázaro sea quien vaya a las calles y consiga la comida para ambos.

TEMAS SECUNDARIOS 

Varios son los temas secundarios de la obra: el abandono, la mezquindad, el mundo de las apariencias y la violencia. Vamos a referirnos al que llamó más nuestra atención:

La obra muestra, con gran realismo, la violencia que ejercen los fuertes contra los débiles. El primer golpe que recibe  Lázaro es del ciego, cuando éste, por  burlarse del niño, le estampa contra un toro de piedra.  El siguiente porrazo le llega, cuando el ciego se percata que el niño ha bebido su vino.  Le propina tal golpe con el jarro de vino,  que el mismo personaje cuenta que  los pedazos se le incrustaron en la cara y perdió un par de dientes. Más adelante, le llega otro castigo: jaladas de pelo,  rasguños y  arañazos, cuando el ciego comprueba que Lázaro se ha comido su longaniza.
    

La situación de Lázaro se agudiza con el clérigo, por la avaricia del personaje. El pícaro se ingenia  para conseguir el pan que estaba bajo llave, pero es descubierto, cuando el clérigo le da un palazo a la supuesta culebra. Lázaro queda sin sentido, por tres días.

 LOS PERSONAJES

PERSONAJE PRINCIPAL

    
El Lazarillo de Tormes es el personaje central de la obra. Pertenece a la clase más baja de la sociedad.  Su único bien es la libertad, por ello, va de un amo a otro. A través de las apreciaciones que hace sobre cada amo, el autor vierte la crítica a las distintas capas de la sociedad de aquel entonces.

Con cada amo, Lázaro aprende y acumula experiencia. Cuando llega a adulto, cree haber conseguido todo, pues ha ascendido económicamente. Sabe, en el fondo,  lo del Arcipreste con su esposa.

 

PERSONAJES SECUNDARIOS

Hay un sin número de personajes secundarios que intervienen en los distintos tratados: Tomé González (el padre del Lazarillo), Antonia Pérez (la madre), Zaide (el conviviente de la madre),  el Ciego, el Clérigo, el Escudero, el Fraile de la Merced, el Buldero, el Arcipreste de San Salvador,  la esposa de Lázaro, entre otros.
Nos detendremos en tres personajes secundarios, por la relación que el protagonista tiene con éstos, en los primeros tratados que cubren la  mayor parte de la obra:


El Ciego: Aparece en el primer tratado del libro. Es un mendigo viejo y mezquino, que recurre a cualquier artimaña para conseguir dinero. Es con quien el muchacho aprende a golpes las primeras mañas y trucos para  sobrevivir.  La tacañería del ciego le obliga a Lázaro a volverse astuto e ingenioso.  

El Clérigo: Aparece en el segundo tratado del libro.  Es un hombre avaro que esconde el pan bajo llaves y mata de hambre a Lázaro. Cuando le propina un golpe en la cabeza, descubre que era el muchacho, quien sustraía la comida. Lo echa de su casa.

El Escudero: Aparece en el tercer tratado del libro. Es un hombre que a simple vista, parece ser un caballero rico con muchos bienes. Pero la realidad es que se trata de un hidalgo que ha caído en la ruina y que no quiere que nadie conozca su situación. Vive de las apariencias.

 

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  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
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  • mapOtavalo, Ecuador, 1961.

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