Perseguido por tres libélulas gigantes, el cíclope alcanzó el centro del laberinto, donde había una clepsidra. Tan sediento estaba que sumergió irreflexivamente su cabeza en las aguas de aquel reloj milenario. Y bebió sin mesura ni placer. Al apurar la última gota, el tiempo se detuvo para siempre.

 

 

 Javier Puche
Escritor y músico español.

Visitas

003409711
Today
Yesterday
This Week
Last Week
This Month
Last Month
All days
1627
2079
8564
3381448
1627
75472
3409711

Your IP: 3.17.6.75
2024-05-01 16:00

Contáctanos

  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
  • mailelmundodelareflexion@gmail.com
  • mapOtavalo, Ecuador, 1961.

Siguenos en