Fuente oral: Miguel Chamba
Recopilación: Jefferson Pinza
Trascripción: Dorys Rueda
Orellana, noviembre 16, 2022

 

 LA DAMA BLANCA DEL ORIENTE

 

 

Entre tantas historias contadas en mi pueblo, he decido sacar a luz este pequeño relato mítico, contado por mi abuelito, un hombre de edad avanzada pero con mucho carisma, oriundo de la provincia de Loja, quien desde muy joven se apasionó por la aventura y el misterio.

Su pasión lo llevó a descubrir lugares asombrosos y únicos y a contar historias increíbles y mágicas que se volvían reales cuando las palabras salían de su boca.

Llegó a un humilde pueblo en las afueras del Coca, en la parroquia el Dorado, con la migración interna ocurrida en los años 80, época en la que el Ecuador estaba atravesando una dura crisis política. Este pequeño punto geográfico se convertiría en su hogar hasta el día de hoy.

Este pequeño poblado da la impresión de estar congelado en el tiempo, con sus casas antiguas, sus calles aún compuestas de adoquines y puestas de sol que pintan sus murales. Un mágico lugar donde se cuenta una de las historias más fascinantes.

Cerca del año de 1980, cuando la parroquia se encontraba en pleno crecimiento, empezaron a surgir varias dudas sobre dónde debía construirse el cementerio general. Todos opinaban que debía ser lo más cerca del pueblo, mientras otros sugerían que debía asentarse lo más alejado posible del poblado.

Al no llegar a un acuerdo, se decidió crear un cementerio temporal y así se hizo. Con los años, el camposanto fue trasladado a un nuevo lugar. En el sitio antiguo, se construyó la planta de tratamiento de agua potable.

Con el paso del tiempo, los moradores de El Dorado empezaron a contar una inquietante historia, que hasta ahora los mantiene alertas.

Se cuenta que cerca de las tres de la mañana, el alma de un niño llora en el punto más lejano del pueblo, sollozo tan estremecedor que hace que nadie se atreva a salir de sus casas. Pasado el llanto, una densa niebla cae sobre el poblado y entre la bruma aparece una misteriosa mujer vestida de blanco, con una larga cabellera que oculta su rostro. Deambula por el lugar entre la neblina que cubre sus pies, dando la imagen de un ser que flota en el aire.

Con el paso de los años, esta historia se ha convertido en una leyenda que es parte misma de la vida del pueblo.

 

 
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  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
  • mailelmundodelareflexion@gmail.com
  • mapOtavalo, Ecuador, 1961.

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